Imagen de Pixabay |
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la salud es una condición de bienestar físico, mental y social, no sólo la falta de alguna enfermedad. Incluye nuestros aspectos psicológicos y la influencia de nuestro entorno (socioeconómico, familiar, laboral, emocional, ambiental).
“Ya no disfruto la vida como antes”
La depresión y la ansiedad, incluso hace unos años, estaban presentes en adultos de entre 30 y 45 años, pero hoy en día son trastornos que están presentes incluso en los más pequeños, niños de tan solo 6 años pronto lo sufren.
La ansiedad y la depresión pueden darse juntos o por separado. Las personas que padecen de ansiedad también presentan depresión.
La depresión es una condición común en todo el mundo, si no se diagnostica correctamente y oportunamente puede terminar en el suicidio.
La tristeza no es lo mismo que la depresión, la tristeza es una emoción dolorosa que nos ayuda a superar la aflicción de alguna pérdida, algún fracaso o una decepción, nos conduce a una intimidad con nosotros mismos y a la sanación de ese dolor.
La depresión se presenta alrededor de los 30 años para ambos sexos, sin embargo, el riesgo es mayor en las mujeres.
“Dormir es difícil y siempre estoy cansado. Ya no puedo hacer nada bien y no me siento bien conmigo mismo”
Los factores socioculturales como la separación y los divorcios y los factores biológicos son por lo general vinculados a la depresión La depresión es un trastorno emocional que afecta la calidad de vida de las personas, el comportamiento, los sentimientos y pensamientos que puede durar días, semanas o meses.
Puede provocar problemas físicos como también disminución de la autoestima, fatiga, insomnio, pensamientos negativos, etc. y dificulta que las actividades cotidianas se desarrollen de forma normal, además no es algo pasajero que se cura de la noche a la mañana, requiere de tratamiento psicológico, con medicamentos o ambos.
Las personas que sufren de depresión y ansiedad por lo genera presentan problemas de memoria, y suelen quejarse de que su memoria ya no es como antes y de que sus capacidades cognitivas funcionan a un nivel muy limitado. Funcionan por debajo de lo normal. Cuando la persona se recupera, su nivel de memoria mejora.
“Pienso que mi problema para recordar palabras y nombres es por mi edad”
La ansiedad siempre ha existido, desde el principio de la humanidad, es algo normal y natural del ser humano, cuando nos sentimos amenazados, el cuerpo libera adrenalina provocando que nuestro cuerpo esté en alerta, preparando los músculos y el cerebro para reaccionar rápido así escapar de la amenaza.
La intención es minimizar el miedo a niveles que sean manejables para vivir bien. La ansiedad es una respuesta patológica que se presenta en forma de estrés lo que genera una sensación de malestar.
Cuando tenemos alguna preocupación, se producen cambios fisicoquímicos en el cuerpo, aumentan los niveles de energía para que podamos reaccionar ante la amenaza, el problema es que no podemos deshacernos de la energía restante y nuestra sistema se agota y enfermamos.
Imagen de Pixabay |
Alguno de los síntomas que se pueden manifestar tenemos el agotamiento constante, un gran abandono por la vida, irritabilidad, pánico, saciedad compulsiva, pesimismo, paranoia, insomnio, llanto fácil, mareos, temblores, dolor en general, etc.
En estos casos es muy importante que las personas cercanas tengan claros los posibles síntomas y la situación que está enfrentando la persona depresiva para poder ayudarla de manera eficiente. No se elige ser depresivo o ansioso.
“Soy un fracaso en el
trabajo”
En el caso de la ansiedad, el rendimiento en las tareas puede verse perjudicado por el estrés. La ansiedad actúa reduciendo la capacidad de ejecutar una tarea por lo tanto, las personas con ansiedad se centrarán sólo en unas pocas actividades, lo que hará que su recuerdo disminuya. En ocupaciones tan relativamente sencillas, la motivación puede ayudar en tareas que no necesita demasiada capacidad de procesamiento y ya que a su vez facilita el aumento de su motivación.
Las personas ansiosas desarrollan estrategias de evitación, ya que restringen la capacidad de su procesamiento. En la depresión, los procesos controlados establecen información que perdura el humor depresivo.
“Me siento avergonzado de pensar que necesito ayuda”
En la tristeza como en la ansiedad, se encuentran funciones deficientes a nivel cognitivo, que están vinculados con el nivel de depresión o ansiedad en el que se encuentra la persona. Los procesos automáticos permanecen relativamente protegidos, mientras que, los procesos controlados, son los que presentan anomalías ya que requieren esfuerzos de procesamiento.
Depresión ➯ preocupaciones por hechos negativos en la vida
Ansiedad ➯ distorsión de la percepción de
futuras amenazas
La musicoterapia registran cambios positivos en los síntomas depresivos y mejoran los niveles de ansiedad, aunque se deben tener en cuenta factores externos y tiempo de exposición.
La terapia cognitivo conductual ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la depresión, también la terapia asistida con animales.
Practicar Mindfulness que comprende ejercicios de meditación ayudan a regular las emociones y se utiliza sobre todo en el manejo de la ansiedad. (mindfulnessatencion-plena)
También se encuentran tratamientos farmacológicos donde se utilizan antidepresivos. En cualquiera de los casos anteriores es necesario la intervención de un especialista de la salud.
Imagen de Pixabay |
Este artículo es de carácter informativo. En caso de presentar alguna condición o malestar, acude a un especialista en la salud.
Fuente
Agudelo, D., Buela-Casal, G., & Spielberger, C. D. (2007). Ansiedad y depresión: el problema de la diferenciación a través de los síntomas. Salud mental, 30(2), 33-41.
Pardo, G., Sandoval, A., & Umbarila, D. (2004). Adolescencia y depresión. Revista colombiana de psicología, (13), 17-32.
Jiménez, M., & Gálvez, N. (2007). Depresión y ansiedad. Tratado de GERIATRÍA para residentes. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. pd, 243.
Revuelta Evrard, E., Segura Escobar, E., & Paulino Tevar, J. (2010). Depresión, ansiedad y fibromialgia. Revista de la Sociedad Española del dolor, 17(7), 326-332.
Odriozola, E. E., Irízar, K. S., de Corral Gargallo, P., de Garibay, R. C. G., & Berasategui, T. (2000). Tratamiento del trastorno mixto de ansiedad y depresión: resultados de una investigación experimental. Análisis y Modificación de Conducta, 26(108), 509-535.
Colodrón, M. S., González Brignardello, M. P., & Hurtado Perona, F. (2003). Tratamiento integrado en un caso de depresión y ansiedad.
López Ibor, M. I. (2007, May). Ansiedad y depresión, reacciones emocionales frente a la enfermedad. In Anales de Medicina Interna (Vol. 24, No. 5, pp. 209-211). Arán Ediciones, SL.
Izarra, C. J. (2017). Musicoterapia para el tratamiento de la ansiedad, depresión y somatizaciones Estudio de un caso. Revista de investigación en musicoterapia, 1, 85-105.
Revuelta Evrard, E., Segura Escobar, E., & Paulino Tevar, J. (2010). Depresión, ansiedad y fibromialgia. Revista de la Sociedad Española del dolor, 17(7), 326-332.
Baeza, J., Balaguer, G., Belchi, I., Coronas, M., & Guillamón, N. (2008). Higiene y prevención de la ansiedad. España: Díaz de Santos, 48.
Comentarios
Publicar un comentario
Este artículo es de carácter informativo. En caso de presentar alguna condición o malestar, acude a un especialista en la salud