Desde siempre, pueblos han buscado y usado las propiedades naturales de las plantas, para utilizarlas como remedios para hacerle frente a las enfermedades, mitigar malestares o simplemente mejorar la higiene personal.
En esta ocasión nos centramos en el Aloe Vera o Sábila como comúnmente se le conoce.
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Esta planta, es originaria del noreste africano y Arabia.
“Aloe” proviene del término árabe “alloeh” que significa sustancia brillante y amarga. Es clasificada dentro de las suculentas, está compuesta en su mayoría por agua (95%), de hojas carnosas y alargadas.
Las plantaciones de Sábila se expandieron lentamente por todo el mundo que ahora las encontramos en casas, jardines, campos…
Se elaboran cremas analgésicas para combatir alergias, dolores articulares, quemaduras, también cremas para los labios resecos.
Fortalece el sistema inmune, ayuda a las afecciones en los ojos y el estreñimiento y actúa como cicatrizante, laxante, antidisentérica, antihemorroidal y colesterina.
Ahora el Aloe Vera se puede conseguir en forma de píldoras o cápsulas, asimismo, las hojas, el cristal (gel), o el jugo fresco de Aloe vera, en supermercados y tiendas especializadas en alimentos para la salud.
No es diferente con el Aloe vera lo que sucede con cualquier otro medicamento de origen natural. A veces los resultados no ocurren de inmediato, por ello, es necesario tener un poco de paciencia para probar su efectividad.
Muchos países están en investigaciones acerca de esta planta porque aún son desconocidos muchos de sus beneficios y usos, sin embargo, algunos autores la han llamado “La planta de los primeros auxilios”.
Lo que si se sabe con certeza es que tomar el jugo o savia de sus carnosas hojas, elimina el catarro, viejos residuos alimenticios, humores y flemas o impurezas que se forman en nuestro cuerpo.
Gracias a su alto contenido en potasio, el jugo del Aloe Vera, purifica y fortalece al corazón, ayuda a controlar el colesterol, la presión alta de la sangre y otras enfermedades del corazón.
Aplicado en la piel el cristal (gel) puro de sus hojas, fortalece y reconstruye los tejidos destruidos tras las quemaduras, cortaduras y algunos rasguños. Este gel, se ha usado en tratamientos de elefantiasis, psoriasis y cáncer de la piel.
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Imagen de Pixabay |
La hoja fresca
La hoja fresca es más efectiva que los extractos de Aloe vera, sin importar lo bien conservados que estén. Lo ideal es utilizar la planta fresca.
✔ Se corta una hoja de abajo de la planta, éstas hojas son más maduras y gordas, son las que más efecto terapéutico tienen ademas de contener más gel. (Las que estén más o menos secas no).
✔ Hay que dejar que se escurra toda la savia amarillenta antes de utilizar la hoja. Podría resultar tóxica o irritante.
✔ Cortar la hoja a lo largo, como hacer filetes de pescado.
✔ Raspar el gel con una cuchara, sin sacar la corteza verde.
✔ Conservar en un frasco de vidrio en la nevera.
Para uso interno
En el mercado se encuentra el jugo del Aloe Vera embotellado. Su “intenso” sabor, define la buena calidad del jugo. Puede ser muy desagradable para algunas personas, si se quiere mejorar un poco su sabor, se puede mezclar con zumo de fruta o cualquier bebida.
Si se llegara a consumir un jugo de Aloe vera puro que su sabor es “demasiado bueno” desconfié, pudo haber sido edulcorado tanto que llega al punto de haber perdido muchas de sus propiedades.
¡Atención!
Si se es alérgico a los sulfatos, evitar las bebidas y los geles a base Aloe vera.
Para uso externo
Como cataplasmas la mezcla de la corteza y el gel actúan más rápidamente. Para evitar alguna reacción alérgica, hay que dejar que la savia amarillenta se haya escurrido por completo antes de usar la hoja.
Siempre cortar las espinas de la hoja.
✔ Limpiar bien la herida.
✔ Aplicar generosamente cada veinte minutos o cada hora según el caso.
✔ Nuevamente limpiar a fondo la herida o la piel antes de cualquier aplicación previa.
✔ Dejar tiempo para que le producto actúe y repetir el proceso cuantas veces sea necesario para obtener buenos resultados.
✔ No utilizar una hoja demasiado vieja.
Este artículo es de carácter informativo. En caso de presentar alguna condición o malestar, acude a un especialista en la salud.
Fuentes
MORENO VEGA, A. L. B. E. R. T. O., LOPEZ GALVEZ, M. Y., & JIMENEZ ALVAREZ, L. U. I. S. (2012). Aloe vera. Sábila. Cultivo y utilización. Ediciones Mundi-Prensa.
Ortiz, J. L. (2010). Aloe Vera: La Planta del Futuro: Sabila. AuthorHouse.
Dehin, R. (2000). El poder curativo del Aloe vera. Ediciones Robinbook.
Rubio-Tinajero, S., Sáenz-Pérez, C. A., & Osorio-Hernández, E. (2020). Sábila (Aloe vera): propiedades, usos y problemas. Revista CienciaUANL, 23(99), 25-30.
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Este artículo es de carácter informativo. En caso de presentar alguna condición o malestar, acude a un especialista en la salud