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La nutrición impacta directamente en la salud del ser humano; el consumo de nutrientes específicos están relacionados con la salud metabólica y el sistema inmunitario y el desarrollo de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades del corazón, el síndrome metabólico, la diabetes y el cáncer.
Básicamente, la dieta produce cambios en la microbiota intestinal además de la función metabólica e inmunitaria. Estos efectos no deben asociarse a ciertos alimentos en particular, sino al conjunto de la dieta completa.
La dieta mediterránea es una forma de alimentación y de cocina tradicional de las regiones costeras que se encuentran frente al mar Mediterráneo, de ahí su nombre.
La dieta mediterránea no es famosa solo por su sabor, sino también por los beneficios que puede ofrecer en comparación otras dietas basadas en alimentos ultraprocesados, por ejemplo las dietas occidentales que se basan en grasas saturadas o grasas trans, la falta de frutas y verduras que favorecen a enfermedades como la obesidad, dislipidemia, resistencia a la insulina y a la diabetes.
El consumir la dieta mediterránea trae muchos beneficios para la salud; ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y obesidad, combate la oxidación y el envejecimiento celular prematuro, tiene un efecto protector ante enfermedades neurológicas como el Alzheimer y la depresión, además, juega un papel preventivo frente a determinados tipos de cánceres.
Esta dieta se caracteriza por su alto consumo de alimentos como frutas y verduras, frutos secos, legumbres, cereales y aceite de oliva como grasa principal, un bajo consumo de carnes rojas que son reemplazadas especialmente por las carnes blancas y pescado y el consumo moderado de vino.
Aceite de oliva
El valor nutricional del aceite de oliva es conocido desde antiguas civilizaciones. El ácido oleico es el compuesto principal del aceite de oliva, es un tipo de grasa vegetal que es mejor tolerado por el sistema digestivo, este componente ralentiza la oxidación celular. El aceite de oliva virgen extra reduce los niveles de colesterol LDL y glucosa, con lo cual, las personas con diabetes necesitan menos insulina.
Fibra dietética
La fibra es un complejo de carbohidratos que no son absorbidos por las células intestinales, pero que tienen un efecto prebiótico.
La industria alimentaria, al refinar los alimentos, eliminan nutrientes de calidad, como la pérdida de fibra, polifenoles además de micronutrientes importantes para la buena salud intestinal, a diferencia de una dieta Mediterránea, que incluye muchos prebióticos en cereales integrales, verduras y las frutas.
Verduras y frutas
Son un grupo de alimentos saludables y especialmente ricos en vitaminas, minerales y fibra. La OMS recomienda comer cinco porciones de frutas y verduras al día. Su consumo diario se ha relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares, la reducción de la presión arterial y el riesgo de diabetes, también con la prevención del sobrepeso y la obesidad. Comer frutas y verduras tiene un importante efecto protector contra el cáncer colorrectal y también se ha observado que tiene un efecto antitrombótico.
Frutos secos
Son ricos en grasas buenas para el organismo igualmente en proteínas y fibra. El consumo regular de frutos secos se asocia con una menor porcentaje de enfermedades cardiovasculares y coronarias. Por su versatilidad, es fácil incluir en la dieta.
Sin embargo, no debemos entusiasmarnos demasiado con los numerosos beneficios, porque para conseguir el máximo provecho, la dieta debe ir acompañada de ejercicio diario y una buena salud mental.
Por ello, es sumamente importante entender la dieta mediterránea como un estilo de vida y no como una dieta milagrosa, lo que no quita que por sus propiedades, pueda recomendarse como una dieta preventiva de enfermedades cardiovasculares y cáncer.
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Este artículo es de carácter informativo. En caso de presentar alguna condición o malestar, acude a un especialista en la salud.
Fuentes
https://revistasanitariadeinvestigacion.com/dieta-mediterranea/
Ruiz, I. B., & Torres, E. V. (2020). La dieta mediterránea. Encuentros en la Biología, 13(175), 26-30.
Cueva, E. P. S., & Pedreañez, A. (2023). La Dieta mediterránea como modelo de dieta saludable y su impacto sobre el sistema inmunitario y la microbiota intestinal. International Journal of Medical and Surgical Sciences,(IJMSS), 10(3), 4.
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