La Miel, infaltable en la dieta

-Símbolo de abundancia, prosperidad y realeza-

 

Imagen de Pixabay

La importancia que tenía la miel en la alimentación de los antiguos hombres era ya importante y se utilizaba para alimentar a los niños.

La miel es un fluido viscoso, dulce y en la mayoría de los casos, tiene color ámbar. Sin embargo, algunas de estas características pueden variar, depende de las flores de la que se extrae, del clima y el ambiente.

Es una solución supersaturada con un alto valor nutritivo y energético (100 gramos de miel aportan unas 300 kilocalorias), gracias al alto nivel de hidratos de carbono de fácil digestión que contiene.

La miel es utilizada como antioxidante, antiinflamatoria, antibacteriana, antiviral, desodorizante, calmante, diurética, laxante.

El consumo regular de miel de abeja puede ser un complemento importante en la dieta ya que ayuda a la prevención de enfermedades cardíacas, neurológicas, envejecimiento, cáncer, enfermedades del sistema inmunitario y procesos inflamatorios.

Una de las características más importantes de la miel es su actividad antimicrobiana, combate unas 60 especies bacterianas.

La miel es importante para el tratamiento de acné y para exfoliar la piel. También suele utilizarse como hidratante del cabello y cuero cabelludo (ingrediente para la fabricación de champú y acondicionador).

Junto con otros productos naturales, como el zumo de limón o la canela, la miel puede favorecer la actividad del aparato digestivo, alivia el dolor de garganta en pequeñas dosis. Es reconocida como remedio natural contra la tos (no se recomienda parra niños menores de un año).

Ayuda a metabolizar los alimentos, para tener un correcto funcionamiento del aparato digestivo. También alivia los síntomas del estreñimiento y la sensación de pesadez tras comidas copiosas.

En la medicina ayurveda, a la miel se le confieren propiedades revitalizantes, disminuye la debilidad o el cansancio excesivo, relajantes, beneficia la calidad del sueño y algunos síntomas propios del estrés.

En el sistema cardiovascular ayuda a recuperarse del infarto de miocardio y úlceras. En dermatología se utiliza para curar heridas, grietas en la piel, quemaduras, dermatitis. En el sistema respiratorio alivia la bronquitis, faringitis, amigdalitis, sinusitis.

Si una persona sedentaria consume de forma excesiva la miel, puede acarrearle obesidad por la carga calórica que aporta al organismo, de ahí se vea afectada la salud, por ejemplo, aumento de la presión arterial, incremento de la grasa corporal y hepática, colesterol, problemas cardiacos y diabetes.

Aunque existen contraindicaciones para su uso, los efectos negativos están lejos de ser mortales.

 

Puede ser peligrosa para los niños menores de un año

Las abejas son valiosas para la recuperación, estabilización y conservación de los ecosistemas.

Imagen de Pixabay

Las abejas obreras son las encargadas de recolectar el néctar de las flores, que luego la transforman en la colmena y la almacenan en panales. 

El apicultor es el encargado de recolectar la miel.

Tipos de miel

Los tipos de miel que existen se basan en la clase de flor, la región, la estación, la recolección, el procesado y almacenamiento.

La miel de manuka (Nueva Zelanda), la miel jellybush (Australia) – que son de la misma especie botánica: Leptospermum scoparium- y la miel jambhul (India), tienen un extraordinario efecto antibacteriano.

En algunas regiones del Mar Negro se desarrolla un tipo de miel llamada “miel loca” que es tóxica si se consume, puede provocar arritmias cardíacas.

Todas las mieles que se derivan de plantas como, el Laurel de montaña, Laurel de oveja y Azaleas pueden llegar a causar efectos nocivos, sólo si se toman por vía oral, pero no por uso tópico. Algunos síntomas son, vómitos, diarrea, mareos, hipotensión…etc.

Usos:

La miel se utiliza para tratar algunos malestares como:

✔ A nivel gastrointestinal: úlceras estomacales, gastritis, diarrea bacteriana, síndrome del intestino irritable

✔ Enfermedades oftálmicas: queratitis, conjuntivitis y blefaritis como pomada. El tratamiento para las cataratas aún en estudio.

✔ Dermatología: acné, piel seca.

✔ Y en el tratamiento de resacas, calambres, tics, resfriados, tos y gripe, enfermedades hepáticas, salud bucodental, prevención de infartos, cáncer de estómago.

Imagen de Pixabay

El producto principal de las abejas es la miel, de la misma manera, producen polen, cera, jalea real, propóleos y veneno de abeja

 

Propóleo: Es una sustancia con verdadera capacidad terapéutica o curativa, a diferencia de la miel, el polen y la jalea real que son verdaderos alimentos (suplementos alimenticios).

Es considerado el antibiótico natural por excelencia.

Polen: Se elabora a partir del polen de las flores, es una mezcla de néctar y secreciones de las abejas que contienen enzimas digestivas. Pueden ser de diferentes colores, pasando por el blanco crema hasta el rojo.

Rico en macronutrientes, vitaminas, antioxidantes y aminoácidos esenciales, lo que lo convierte en un alimento necesario para la salud y nutrición de las personas.

Jalea real: Es una secreción nutritiva, cremosa, blanco-amarillenta, ácida y de olor y sabor ligeramente picantes. Está compuesta por agua, proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales, aminoácidos libres y vitaminas.

Cera de abejas: Es un producto muy versátil. Se utiliza en la orfebrería y cosmetología. Tradicionalmente se utiliza para la fabricación de velas, creyones, artesanías.

Veneno de abejas: En la actualidad se utilizan inyecciones intradérmicas, pomadas, píldoras, comprimidos e inhalaciones, sin necesidad de sacrificar las abejas. Se recomienda que antes de ser consumida en cualquier presentación, el personal médico especializado debe realizar una prueba de alergia al paciente.

Sirve como tratamiento alternativo para aliviar algunas molestias reumáticas y dolencias articulares, esclerosis múltiple, psoriasis, entre otras.

En general, las terapias con veneno de abejas son curativas y profilácticas, porque además de aliviar varias enfermedades, actúa sobre todo el organismo y aumenta la inmunidad.

 

Imagen de Pixabay

La apiterapia o terapia con productos de las colmenas (miel, pole, jalea real y propóleo), es una antigua tradición que se remonta a más de 10.000años.

Este artículo es de carácter informativo. En caso de presentar alguna condición o malestar, acude a un especialista en la salud.

Fuente

Hoys, A. V. (1991). La miel, alimento de eternidad. Gerión, 3, 61-62.

Santacruz, E. I., Benavidez, J. M., & Gámez, H. J. (2016). Identificación de flora y análisis nutricional de miel de abeja para la producción apícola. Biotecnología en el sector agropecuario y agroindustrial, 14(1), 37-44.

Nathalie de los Milagros, M. B., & Daniela, M. A. (2021, September). La miel, sus beneficios como medicina natural, y sus contraindicaciones. In NATUGUASO 2021.

Martínez Girao, R. A. (2014). La miel en el tratamiento de heridas.

Cayuela, M. S., & Serrano, J. (2003). Propóleo: aplicaciones terapéuticas. Natura Medicatrix: Revista médica para el estudio y difusión de las medicinas alternativas, 21(2), 94-104.

Arévalo, M. D. C. A., & de Cerón, C. G. V. Aceptabilidad de un producto alimenticio elaborado con polen de abeja Apis mellifera.

Garcia, M. C. (2011). Accion antibacteriana y componentes activos en jalea real regional.

Vit, P. (2005). Productos de la colmena secretados por las abejas: Cera de abejas, jalea real y veneno de abejas. Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, 36(1), 35-42.