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El ajo (Allium sativum) es un bulbo que pertenece a la familia Liliaceae y se utiliza con fines curativos desde la antigüedad.
El ajo se utiliza desde hace mucho tiempo tanto por
sus aplicaciones culinarias como por sus numerosas propiedades terapéuticas.
Es originario de Asia Central, Asia Menor y Egipto.
El ajo llegó a América desde España en
la época de la conquista.
De hecho, el ajo se adapta notablemente a diferentes climas y crece en la mayoría de las regiones del mundo, excepto en el Ártico y en la selva ecuatorial.
Existen más de 500 especies. El bulbo del ajo está
compuesto por varios bulbillos, llamados dientes, unidos a una base. El número
de dientes de un bulbo no es el mismo en las distintas variedades.
El ajo se compone de agua, carbohidratos, compuestos
azufrados, fibra y aminoácidos libres.
Contiene vitamina A, C y del complejo B en menor cantidad,
potasio, fósforo, magnesio, sodio, hierro y calcio, selenio y germanio, pero la
concentración de estos minerales depende de la calidad del suelo donde crecen.
En la cocina
El ajo ha sido utilizado en muchas preparaciones desde sopas, tortas, salsa etc. es muy versátil tanto que puede ser el protagonista como el potenciador de diferentes alimentos.
✔ Sopa de ajo: Es un plato tradicional de España,
receta sencilla, práctica, nutritiva y económica.
Se coloca el aceite en la sartén, se fríen de tres a cuatro ajos picados, cuando están bien dorados se agrega una cucharada de pimentón y antes de que se ennegrezca, se añade pan bien cortado a rebanadas o bien algo tostado, después el agua hirviendo y la sal.
Si se quiere dar un toque final se suele añadir huevos para ser escaldados o bien para ser rotos en la superficie de la sopa y revolver la yema en el interior de la sopa. Se debe servir muy caliente.
✔ Salsa: se remonta a los romanos quienes la generalizaron
por el mediterráneo.
Un manojo de ajos con aceite de oliva hasta formar una crema. También se puede machacar ajo con sal y agregar después limón y aceite.
✔ Tostadas con ajo: como entrada o para la merienda este platillo es una buena opción.
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Cortar el pan en rebanadas no muy finas (el pan del día anterior sirve), picar y machacar los dientes de ajo.
En un recipiente se incorporan cinco cucharadas de mantequilla derretida, el ajo, un poco de orégano, sal y pimienta al gusto, mezclar hasta que los ingredientes se incorporen.
En una bandeja colocamos un poco de aceite de oliva colocamos las rebanadas de pan y añadimos una cantidad generosa de mantequilla a cada rebanada de pan.
Llevamos al honor precalentado a 180°C por 5 minutos o hasta que el pan se tueste, le damos las vuelta a las tostadas y repetimos el procedimiento.
Pasados 10 minutos estarán listas las tostadas para servir.
Si se desea se pueden gratinar colocando un poco de queso mozzarella sobre la rebanada de pan enmantequillada, llevarla al horno por cuatro minutos y luego espolvorear un poco de queso parmesano, dejar que se gratinen.
“A quien ajo come y vino bebe, ni la víbora puede”
Beneficios para la salud
El ajo reduce los niveles de colesterol,
triglicéridos, tiene efectos positivos sobre los factores de riesgo
cardiovascular, porque reduce la hiperlipidemia y la hipertensión, además de
suprimir la incidencia de tumores en diversos órganos como el cáncer de
estómago, colon, pulmón, próstata, glándula mamaria y otros tipos.
El cuerpo humano vive naturalmente en simbiosis con
billones de microorganismos como bacterias, hongos y protozoos, concentrados principalmente
en el tracto gastrointestinal y la piel.
Estos microorganismos juegan un papel trascendental en la salud humana, además de constituir un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades.
Por ello, es necesario crear una variedad de
compuestos antimicrobianos que sean más eficaces y menos tóxicos, por lo que se
ha demostrado que el ajo presenta un amplio espectro de actividad
antibacteriana contra bacteria Gram – y Gram + como la Salmonella, Escherichia
coli, Staphylococcus.
Muchos hongos, entre ellos la Cándida, Torulopsis,
C. Albicnas entre otros, han demostrado ser sensibles a los compuestos del ajo disminuyendo
el consumo de oxígeno, reduciendo el crecimiento del organismo y frenando la
síntesis de lípidos, proteínas y ácidos nucleicos, que causan daños a las
membranas.
Además, se considera un regulador de la flora intestinal y ayuda a la prevención de la oxidación celular.
El ajo es para muchos sinónimo de vitalidad
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Una manera sencilla de preservar el ajo es en salmuera. Se pelan los dientes y se aplastan.
En un frasco se introducen y se
llena el frasco con salmuera (agua y sal) se tapa y se deja fermentar alrededor
de 4 semanas. Estos dientes se pueden consumir ya sea en preparaciones o crudos.
Se dice que es más efectivo comer el ajo crudo, pero algunas personas no lo toleran por su fuerte saber picante, para ello se recomienda partir en dos el diente de ajo y retirar la vena central que depende de la clase de ajo puede ser de color verde o blanca que es la encargada de darle ese sabor particular.
También se pueden encuentran cápsulas de ajo que no tienen ese característico sabor picante.
Preparaciones
✔ Ungüento: mezclar la pulpa de ajo picado con aceite
de oliva común, se aplica en los callos.
✔ Infusión: machacar un diente de ajo en una taza de
leche caliente, dejarlo en infusión durante diez minutos y beberlo, es bueno
para el insomnio y la hipertensión.
✔ Decocción: hervir durante un minuto en leche
caliente azucarada un diente de ajo previamente machacado. Dos o tres
cucharadas al día, combaten y eliminan las lombrices intestinales.
✔ Enema: 15gr. en infusión en suficiente agua
caliente, aplicarlo templado, también es útil para las lombrices.
✔ Cataplasmas: machacar y exprimir unos dientes de ajo,
extender la pulpa sobre un paño de lana caliente y aplicar la cataplasma sobre la
parte afectada de dolores reumáticos.
✔ Tintura: pelar y se machacar 25gr. de ajo seco, mezclar
la pasta con 60gr. de alcohol de vino y ponerla en un frasco. Es útil contra el
reumatismo (15 gotas por la mañana en ayunas, en un dedo de agua, aumentando la
cantidad en un par de gotas al día hasta 25 gotas).
✔ Zumo: 2 dientes de ajo, 6 zanahorias, 2 ramas de apio
y un puñado de perejil se pasan por la licuadora. Se toma para combatir las
enfermedades y mejorar el sistema inmunológico.
“Ajo, cebolla y limón y déjate de inyección”
Este artículo es de carácter informativo. En caso de presentar alguna condición o malestar, acude a un especialista en la salud.
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